¡ Luces, cámara, acción !

Hoy me di cuenta que no quería morir, no estoy desahuciada en un hospital ni postrada en una cama, y gracias a Dios por ello, simplemente salí a la calle, escuché el ruido del entorpecido tráfico, la gente que grita, otros murmullan, algunos lloran y otros callan, escuché en medio del alboroto de la cuidad algunos pájaros, dulce cantar que estremece mis oídos.

Doy un paso, luego otro y después uno tras otro, puedo sentir lo caliente del pavimento, la incomodidad de las pequeñas piedras (si usara tacones, ya estarían estropeados).

Sentir el aire contaminado de la cuidad, me hace pensar en hijos ingratos que somos de la madre Naturaleza, pero al mismo tiempo puedo disfrutar del viento que alborota mi cabello, una vez alguien me dijo que estar despeinada es símbolo de stress, pero estar despeinada es símbolo de libertad, de relajamiento de frescura, aunque en otros casos es símbolo de pereza  ^.^

Mirar alrededor y ver tragedias en los semáforos, películas en las estaciones de buses, dramas en las calles, te hace saber que Hollywood está presente en tu cuidad, con la diferencia que lo que ves aquí no es ficción sino realidad.

Muchas veces nos quejamos tanto de ciertos detalles de la rutina, el tráfico, la pobreza, el calentamiento global, el alza de la canasta básica… (Tampoco voy a hacer toda la lista de quejas, eso me llevaría a cambiar el título de este artículo y su contenido) pero cuántas veces hacemos un alto y somos capaces de respirar, ver hacia el cielo, respirar el aire (contaminado o no) y sonreímos porque vivimos en medio de vicisitudes y somos los protagonistas de nuestra propia película, es más somos los productores y lo más importante que también somos los directores y guionistas de ella.

Hoy me di cuenta que quiero vivir, y seguir escribiendo cada capítulo de mi vida, dirigirlo y financiar lo necesario de la utilería y escenografía, para luego llevarlo a escena.

MarySol

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